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Un reavivamiento falso

viernes, 9 de octubre de 2009



Autor: Alejandro Medina Villareal; Director Editorial de la revista oficial de la juventud adventista interamericana "Expresión Jóven" y autor del libro "A las puertas de la eternidad".

“En varias ocasiones me he preguntado porqué la iglesia del Señor exhibe tanto desgano, confusión y polémica frente a cuestiones como la adoración. La música, sobre todo, es un tema de lo más espinoso.”


Durante mi adolescencia conocí a una compañera de la escuela que pertenecía a una iglesia cristiana de tipo carismático. Un día me invitó a una reunión juvenil y decidí asistir, más por interés en ella que otra cosa. Me presenté puntual en un pequeño salón de un prestigioso hotel. Todo parecía perfecto, se habían cuidado los más mínimos detalles. De pronto, nos indicaron que era el momento de la alabanza, así que nos colocamos de pie y empezamos a cantar, ¡pero durante una hora! Los himnos eran dirigidos muy animosamente por un grupo de jóvenes que tocaba en vivo con ritmos bastante atractivos para los asistentes. El ambiente parecía muy animado. Después una mujer predicó un sencillo sermón a los asistentes, aquella experiencia se quedó marcada en mi vida.


¿Entusiasmo o espectáculo?

Recientemente, durante una visita a la ciudad de Houston, EUA, un amigo me llevó a Lakewood Church (más información aquí), una de las iglesias más grandes del mundo, donde el pastor de habla inglesa es el famoso Joel Osteen, mientras que el pastor de habla hispana es el conocido Marcos Witt. La verdad es que el sitio es impresionante. Su infraestructura, organización y logística son de los más admirables. Una vez más, observé que todo el servicio religioso gira en torno a la música. En ambos programas, sendos grupos musicales ofrecen todo un espectáculo. En esta ocasión me quedé al servicio en inglés y al que es en español. En ambos casos el sermón resulto en una exposición bastante sencilla, mientras que la "alabanza" tuvo mucho más relevancia.

Mientras que en otras iglesias cristianas parecen rebosar de alabanza, dones de sanidad y alcanzan sectores interesantes de la sociedad, la Iglesia Adventista da la impresión de estar atascada en un fango difícil de superar. Un día alguien me dijo que la música es muy mal tema para tratarse en una sociedad de jóvenes por la querella que despierta.

¿Qué decir en estos casos? Ellen G. White escribió una vez:
«Satanás realizará sus milagros para engañar; tratará de que su poder sea supremo parecerá que la iglesia está por caer, pero no caerá».

Aunque parezca que algunos escándalos de diversa índole estremecen al pueblo de Dios, la promesa es que las puertas del infierno no prevalecerán contra su iglesia.


El derramamiento del Espíritu Santo.

El Espíritu de Dios ha sido prometido a su iglesia antes de la venida de Jesucristo:
«Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano. Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán, tendrán sueños los ancianos y visiones los jóvenes» (Joel 2:28).


Se trata de un avivamiento "cual no se ha visto nunca desde los tiempos apostólicos", e incluso muchos creyentes genuinos dejarán sus iglesias para unirse a la iglesia que proclama la verdad del sábado y la segunda venida de Jesús. Entonces la estrategia de Satanás será sumamente peligrosa, como bien indicó White:
«El enemigo de las almas desea impedir esta obra, y antes que llegue el tiempo para que se produzca tal movimiento, tratará de evitarlo introduciendo una falsificación. Hará aparecer como que la bendición de Dios es derramada sobre las iglesias que pueda colocar bajo su poder seductor; allí se manifestará lo que se considerará como un gran interés por lo religioso. Multitudes se alegrarán de que Dios esté obrando maravillosamente en su favor, cuando, en realidad, la obra provendrá de otro espíritu. Bajo un disfraz religioso, Satanás tratará de extender su influencia sobre el mundo cristiano».


Esta declaración tiene tres frases estremecedoras:
  1. La gente mostrará tener gran interés. Mucha gente recibirá ese movimiento con gran alegría e interés.
  2. La obra provendrá de otro espíritu. Eso significa que Satanás esta detrás de muchos de estos movimientos.
  3. El disfraz religioso. Se trata de un engaño cubierto de un manto de piedad, pero cuyo fin es maligno.


Una de las órdenes que Dios dio al pueblo de Israel fue que debían tener mucho cuidado de no imitar las formas de adoración de sus vecinos:
«Ante tus propios ojos el Señor tu Dios exterminará a las naciones que vas a invadir y desposeer, cuando las hayas expulsado y te hayas establecido en su tierra, después de haberlas destruido cuídate de no seguir su ejemplo y caer en la trampa de inquirir acerca de sus dioses. No preguntes: “¿Cómo adoraban estas naciones a sus dioses, para que yo pueda hacer lo mismo?” No adorarás de esa manera al Señor tu Dios, porque al Señor le resulta abominable todo lo que ellos hacen para honrar a sus dioses. ¡Hasta quemaban a sus hijos e hijas en el fuego como sacrificios a sus dioses! Cuídate de poner en practica todo lo que te ordeno, sin añadir ni quitar nada» (Dt. 12: 29-32, cursivas añadidas).


Eso conlleva tres grandes verdades:
  1. No debemos averiguar cómo otros credos alaban a Dios para luego imitarlos.
  2. Algunas formas de adoración no agradan a Dios.
  3. Debemos obedecer las ordenanzas divinas sin agregar o quitar los elementos fundamentales.



El descuido del estudio de la Biblia: la prueba de fuego.

¿Cómo saber cuando un reavivamiento es genuino? De nuevo, en el libro "Maranata: El Señor viene", Ellen White dice que un reavivamiento falso introduce una mezcla de lo verdadero con lo falso a través de una agitación emotiva, y agrega:
«A la luz de la Palabra de Dios no es difícil determinar la naturaleza de estos movimientos. Dondequiera que los hombres descuiden el testimonio de la Biblia y se alejen de las verdades claras que sirven para probar el alma y que requieren abnegación y desprendimiento del mundo, podemos estar seguros de que Dios no dispensa allí sus bendiciones. Y al aplicar la regla, que Cristo mismo dio: "Por sus frutos los conocerán" (Mt. 7: 16), resulta evidente que estos movimientos no son obra del Espíritu de Dios».


Es muy triste decir que hoy mucha gente joven sustituye un estudio serio, profundo y atento de las Sagradas Escrituras con un disco de música cristiana. El sentimiento desplaza al pensamiento, y eso es muy peligroso, porque así no se construyen verdaderos adoradores y adoradoras.

En varias ocasiones he observado el revuelo que causa la llegada de un grupo musical cristiano en ciertos lugares. Los músicos y cantantes parecen una especie de superestrellas del evangelio. Todo esto tiene varias explicaciones de carácter sociológico, pero también es evidente que se ha abandonado el estudio de la Biblia.
Por ejemplo, en muchos eventos juveniles en los que he estado hay tantas actividades, especialmente de carácter musical que casi no hay tiempo para estudiar las Escrituras con fervor.

Nada puede sustituir a la Biblia. La música es un elemento fundamental de la adoración porque prepara la mente para recibir el Pan del cielo, pero no debe sustituir el estudio de las Escrituras. Por otro lado, el estudio de la Biblia es indispensable para prepararnos para el derramamiento del Espíritu Santo. Así que si hoy tu iglesia parece un congelador comparada con el fuego que supuestamente arde en otras iglesias cristianas, recuerda que puede haber un engaño detrás. Hoy es tiempo de estudiar las Escrituras, practicar la oración, proclamar a otros que Jesús viene, y acompañar nuestros servicios de adoración con música que edifique nuestras vidas y nos prepare para tomar decisiones relevantes para el reino de los cielos.


Extraído de: Expresión joven. Edición de Abril de 2009




1 comentarios:

lara super JA dijo...

excelente aporte hermano, totalmente de acuerdo, si no le es inconveniente m encantaria compartir con los amigos de bless radio, saludos y bendiciones desde puebla Mexico.

le dejo mi correo

lara.superja@gmail.com