También en


Pautas para la observancia del Sábado. Parte 01

sábado, 9 de abril de 2011

El objetivo principal de este tratado sobre la observancia del sábado es proporcionar consejo o directivas a los miembros de iglesia que deseen una experiencia más rica, más significativa en la observancia del sábado. Esperamos que éste ofrezca un ímpetu a nivel mundial, que conduzca a una auténtica reforma en la observancia del sábado.

Conscientes del hecho de que la comunidad religiosa mundial enfrenta numerosos problemas en la observancia del sábado, que surgen dentro de un determinado contexto ideológico y cultural, se ha hecho un esfuerzo por dar consideración a estas dificultades. No es nuestra intención intentar contestar cada pregunta relacionada con la observancia del sábado, sino presentar los principios bíblicos y las orientaciones dadas por el Espíritu de Profecía que ayuden a los miembros de iglesia en su esfuerzo por seguir la dirección del Señor.

Esperamos que los consejos dados en este tratado sirvan de ayuda, pero la decisión final en cuanto a qué hacer en determinadas circunstancias críticas, deberá estar motivada por la fe y la confianza personal en nuestro Señor Jesucristo.


El sábado, como una salvaguardia de nuestra relación con Dios.

El sábado abarca nuestra relación total con Dios. Es una indicación de la actuación de Dios en nuestro favor en el pasado, presente y futuro. El sábado protege la amistad del hombre con Dios y provee el tiempo esencial para el desarrollo de esa relación. El sábado aclara la relación entre Dios y la familia humana, porque señala a Dios como el Creador en un tiempo cuando lo seres humanos ignoran la posición de Dios en el universo.

En esta época de materialismo, el sábado dirige a hombres y a mujeres hacia lo espiritual y lo personal. Las consecuencias de olvidarse del día sábado, y no santificarlo, son serias. Esto llevaría a la distorsión y eventual destrucción de la relación existente entre una persona y Dios.

Cuando se observa el sábado, ello es un testimonio del descanso que viene de confiar solamente en Dios como nuestro sustentador, como la base de nuestra salvación, y como el fundamento de nuestra esperanza en el futuro. Como tal, el sábado es una delicia porque hemos entrado en el reposo de Dios y hemos aceptado la invitación de confraternizar con Él.

Cuando Dios nos pide que nos acordemos del día sábado, Él lo hace porque quiere que lo recordemos a Él.



0 comentarios: